HISTORIA
ANTECEDENTES INSTITUCIONALES
En Ciénaga, municipio del departamento del Magdalena, nació el Instituto Nacional de Formación Técnica Profesional, Humberto Velásquez García, popularmente conocido como el INFOTEP.
Fue el Decreto 3506 del 10 de Diciembre de 1981, de la presidencia de la República , el que le marcó la partida de nacimiento, con el nombre inicial de Instituto Nacional de Formación Intermedia Profesional.
La ansiada respuesta se manifestó en el Acuerdo 013 del 29 de Enero de 1975, del Concejo Municipal de Ciénaga, que formalizó legalmente la Junta Pro-Universidad
El esfuerzo nunca decayó durante los siete años que siguieron al Acuerdo 013, hasta que bajo el gobierno del Dr. Julio César Turbay Ayala, quien promulgo el Decreto 3506, del mismo 10 de Diciembre de 1981, que creaba el Instituto Nacional de Formación Intermedia Profesional, INFIP, de Ciénaga.
Un edificio abandonado y en ruinas, de corte colonial, en el que, otrora, el hotel Tobiexe alojaba a visitantes ilustres y a diligentes empresarios bananeros, fue convenido en comodato entre el Ministerio de Educación y el Municipio de Ciénaga y luego entregado al Dr. Oscar Spitia Brand, ingeniero civil de profesión y educador por vocación, al ser nombrado como primer rector del Instituto.
Bajo la acertada dirección del Dr. Spitia, la edificación fue reconstruida y reformulada para convertirla en plantel de educación. Al mismo tiempo el enjundioso rector había instalado sus oficinas en el recinto del Concejo Municipal para iniciar la organización académica y administrativa del INFIP, mientras inscribía a los aspirantes a desempeñarse como estudiantes, docentes y administrativos, junto con una delegación del Ministerio de Educación Nacional.
El Decreto de creación autorizó al INFIP a formalizar programas técnicos en las áreas de:
- Administración de Planteles de Educación Básica Primaria
- Educación Preescolar
- Ciencias Contables
Ciencias Agropecuarias
Desde entonces y hasta hoy el Alma Mater de Ciénaga ha sido escenario de grandes acontecimientos en los órdenes, educativo, científico, cultural y social, con lustre y solvencia, hasta alcanzar el prestigio académico que le ha merecido reconocimiento de instituciones y autoridades regionales y nacionales.
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